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lunes, 20 de enero de 2020

Una mujer y un hispano para la Casa Blanca: ¿qué posibilidades tiene una fórmula Warren-Castro?


Dicen que es temprano para definir compañeros a las elecciones, pero la nueva alianza de la senadora por Massachussets y el exalcalde de San Antonio acapara titulares y alimenta especulaciones de que estén pensando ir juntos en una futura boleta electoral.

Antonieta Cádiz / Univision


Patrick Semansky/AP

Elizabeth Warren dice que es “presuntuoso hablar de un compañero de fórmula” a estas alturas de la carrera electoral, cuando las primarias aún no empiezan, pero ciertamente sus videos, fotos y mensajes sobre el exsecretario de vivienda Julián Castro dicen lo contrario. ¿Es una fórmula con potencial de éxito?

“Julián y yo hemos sido amigos por mucho tiempo, porque luchamos por las mismas cosas. Ambos vemos un Estados Unidos que está trabajando bien si eres rico, pero no para todos los demás y sentimos que en 2020 tenemos la oportunidad de construir un Estados Unidos que trabaje para todos”, dijo Warren en el show de Seth Meyers la semana pasada. Palabras cercanas para describir sólo a un simple aliado de su campaña.

Castro ha seguido la misma línea. “Nuestra visión para el futuro del país coincide muy bien. Así que haré lo que pueda para asegurarme de que la gente entienda su mensaje y salga al caucus el 3 de febrero", dijo haciendo campaña por Warren en Iowa.

Warren de 70 años, mujer, blanca, con una carrera de servicio público, actualmente en el Senado desde 2013 y en el ala más progresista del Partido Demócrata, junto a Castro de 45 años, hispano, exalcalde de San Antonio y ex Secretario de Vivienda, quien se posicionó más al centro de su coalición, con destellos progresistas en temas como inmigración y seguridad.

¿Funcionan? De alguna forma trae recuerdos de la fórmula entre Barack Obama y Joe Biden, pero con los papeles invertidos. El joven senador afroamericano de Illinois que prometía un cambio y el senador de Delaware con décadas de experiencia y más moderado. Un equipo que funcionó electoralmente en 2008 y 2016.

“Sería una fórmula muy viable para el Partido Demócrata donde la política de identidad es muy importante. Los dos están en el ala progresista, Castro se movió más hacia la izquierda durante su campaña y tienen un buen paralelo ideológico”, aseguró a Univisión Noticias Mark Jones, analista político de la Universidad de Rice en Texas.

“Si Warren logra la nominación, así como lo hizo Clinton en 2016, debe buscar el balance en un hombre y creo que Castro estaría entre los primeros nombres de la lista porque es joven y aporta diversidad”, explicó a Univisión Noticias José Aristimuño presidente de la firma Now Strategies. “Además que entre ellos hay una buena química. Castro habría sido un buen compañero de fórmula para Biden también, pero vimos roces en los debates que hicieron eso difícil”, agregó.

¿Qué trae Castro a la mesa?

El único precandidato presidencial hispano en este ciclo electoral. Más que su carrera como alcalde y luego en el gabinete de Obama, la huella que ha dejado Castro durante esta campaña presidencial ha revitalizado su marca política.

Pero a pesar de sus credenciales naturales, el hecho de tenerlo en el equipo, ayuda pero no asegura el apoyo entre los hispanos, sobre todo para una candidata como Warren, quien aún no es conocida por la comunidad.

En la encuesta realizada por Univisión Noticias en junio de 2019, menos de un 8% de los latinos se inclinaba por Warren, en comparación con un 21% a favor de Joe Biden y un 20% para Bernie Sanders.

Castro acerca a Warren a ese grupo, pero sólo en los márgenes. Así lo demostró lo que ocurrió con varios de los políticos hispanos que lo apoyaban en su campaña y que al anunciar su retiro decidieron unirse a la campaña de Biden y no a la de Warren. Entre ellos los legisladores estatales Rafael Anchia; Ryan Guillen; Eddie Lucio; Oscar Longoria y Armando Martínez.

El respaldo más fuerte que consiguió Warren a través de Castro fue el de su hermano, el congresista de Texas Joaquín Castro.

“Castro no logró un arrastre significativo entre los hispanos durante su campaña y aunque trae la visión de la comunidad a la campaña de Warren, eso no implica que necesariamente traiga los votos”, comentó a Univisión Noticias José Parra estratega demócrata y fundador de la firma Próspero Latino.

“En estados como Arizona, Nevada y Colorado, su presencia quizás podría hacer la diferencia en la elección general, pero en estados como Florida, por ejemplo no, ya que la comunidad hispana es muy diferente allá”, agregó.

¿Texas, más competitivo?

Desde la campaña de Beto O’Rourke en 2018 se ha hablado de la posibilidad de que Texas se convierta en un estado más competitivo en la elección presidencial. El demócrata perdió ante Ted Cruz por un margen de apenas 2.6%.

Aunque a nivel estatal Texas sigue dominado por republicanos, los cambios demográficos y políticos han alterado la dinámica tradicional en zonas como los distritos 22, 24, 21 y 31, que se han hecho verdaderamente competitivos para los demócratas.

En ese contexto el apoyo que pudiera acaparar Castro en el estado podría inclinar la balanza hacia Warren, sin embargo el ex alcalde de San Antonio acumula cinco años sin presentarse a un cargo de representación popular en el estado y fue ampliamente criticado a nivel local cuando decidió no correr por el escaño en el Senado contra Cruz en 2018.

“Su imagen se dañó con eso, pero con independencia de Castro, Warren está demasiado a la izquierda aún para un estado como Texas, por lo que el impacto que pueda tener el ex alcalde acá es marginal si fuera en una boleta con Warren”, aseguró Jones.

“ Texas aún no es un estado columpio y en la elección del candidato a vicepresidente eso pesa mucho durante la campaña”, agregó Parra.

Apenas a dos semanas del caucus de Iowa las expectativas no pueden ser más altas para los 12 candidatos demócratas en carrera. Si Warren sobrevive Iowa y New Hampshire, la primera gran prueba para este nuevo equipo “Warren-Castro” será la primaria en Nevada, la primera donde el voto hispano tiene peso real.


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jueves, 16 de enero de 2020

3 razones que dificultan a los demócratas ganarle a Trump


Pese a todos los problemas que le rodean, el presidente estadounidense parece estar en una posición fuerte para competir por su reelección en noviembre. BBC Mundo analiza por qué.

Por BBC News Mundo / El Nacional

Para otro presidente de Estados Unidos, lograr la reelección en las circunstancias que enfrenta Donald Trump tal vez sería una misión imposible.

Llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 sin haber sido el candidato más votado por la ciudadanía (fue electo por la mayoría del Colegio Electoral) y comenzó su mandato como uno de los presidentes más impopulares en la era moderna de Estados Unidos, según encuestas.

Aún hoy su índice de aprobación de 45% medido por Gallup es ocho puntos inferior al promedio que han tenido los presidentes de Estados Unidos desde 1938.

El gobierno de Trump ha estado marcado por sucesivos escándalos y seis de sus ex asesores han sido condenados por cargos derivados de la investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016.

Más aún, Trump es desde diciembre el tercer presidente en la historia de Estados Unidos sometido a un juicio político y el primero que busca ser reelecto bajo tal proceso de impeachment.

Pese a todo eso, las encuestas auguran una elección pareja en noviembre en Estados Unidos y analistas sostienen que Trump tiene firmes posibilidades de ser reelecto.

La pregunta es por qué. Y hay al menos tres respuestas para esto.

1. La división política de EE UU

Trump fue electo en 2016 en medio de una intensa animosidad y división partidaria en Estados Unidos. Ese fenómeno se ha profundizado, indicó un estudio del Centro de Investigación Pew en octubre.

El sondeo concluyó entre otras cosas que tres de cada cuatro (73%) votantes republicanos y demócratas no pueden ponerse de acuerdo sobre «hechos básicos», más allá de sus diferencias sobre planes y políticas.

Esto juega a favor de Trump, según expertos.

«La mayoría de los votantes verán la etiqueta del partido y dirán: si tal es el representante de mi partido, votaré por él porque no puedo imaginar apoyar lo que representa el otro partido», dice William Galston, un experto en política estadounidense en la Institución Brrookings que asesoró al ex presidente Bill Clinton.

«Aunque el estilo de gobierno de Trump ha jugado un rol en estas divisiones, ha tenido la ventaja de fortalecer su apoyo dentro de su propio partido», agregó Galston en diálogo con BBC Mundo.

El presidente mantiene un 89% de aprobación entre votantes republicanos, según Gallup. Señaló que la diferencia con los demócratas es la mayor que haya registrado por un presidente de Estados Unidos.

En este contexto, el impeachment a Trump —acusado de ejercer presión indebida sobre Ucrania para obtener beneficios políticos personales e intentar obstruir las investigaciones— parece lejos de horadar su respaldo partidario.

Ningún representante republicano votó a favor de someter a Trump al juicio político a desarrollarse en el Senado. Allí el partido del presidente tiene 53 de los 100 escaños.

Su destitución es poco probable, ya que se requieren dos tercios de los votos de esa cámara para decidirla. Es al menos incierto el efecto que tendrá este proceso en la campaña electoral.

2. La combatividad electoral de Trump

Cuando Trump lanzó su candidatura para las elecciones de 2016, muchos creían que el paso del hasta entonces magnate de bienes y raíces y celebridad de reality shows por la política sería fugaz.

Pero primero sorprendió al vencer a todos sus rivales en las primarias republicanas y luego al ganar la presidencia frente a la candidata demócrata Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado ampliamente considerada favorita.

Eso demostró la efectividad del estilo combativo de Trump, tanto a sus seguidores como a sus críticos.

«El presidente Trump es muy bueno derribando a la gente, denigrando a sus oponentes, encontrando sus debilidades y jugando sin descanso con ellas», sostiene Galston.

El hecho de ocupar ahora la Casa Blanca en un país propenso a reelegir a sus presidentes podría servir como otra ventaja para Trump ante un candidato demócrata aún indefinido.

Desde 1933, apenas tres presidentes de EE.UU. han sido derrotados en elecciones nacionales: Gerald Ford en 1976, Jimmy Carter en 1980 y George Bush padre en 1992.

Y en la base electoral de Trump consideran que ha cumplido sus promesas de campaña, advierte Galston.

Así, los conservadores religiosos felicitan sus nombramientos de jueces, los defensores del gobierno pequeño aplauden sus desregulaciones, los empresarios conservadores saludan sus recortes de impuestos y los nacionalistas celebran los cambios en política migratoria, comercial o exterior de «América primero», señala.

Asimismo, el voto indirecto en la democracia de Estados Unidos podría permitirle a Trump ganar un nuevo mandato en el Colegio Electoral sin tener la mayoría del voto popular.

3. La economía y el empleo

La fortaleza de la economía y el nivel de empleo son factores clave en cualquier elección de Estados Unidos y hoy asoman como un pilar de la campaña por la reelección de Trump.

La tasa de paro a nivel nacional cayó a 3,5%, su nivel más bajo en medio siglo, y la economía creó 266.000 puestos de empleo en noviembre, según datos del Departamento de Trabajo.

Aunque pueda discutirse cuánto de esos logros son mérito propio de Trump, las cifras dieron sin dudas un impulso político al presidente en medio de la batalla por el impeachment.

Tres de cada cuatro estadounidenses (76%) ven positivamente las condiciones económicas de Estados Unidos, según una encuesta conducida para CNN en diciembre.

Los últimos datos de empleo también pusieron paños fríos a las inquietudes que podía haber sobre un riesgo de recesión en ese país. en medio de la guerra comercial con China.

Claro que el panorama puede complicarse a lo largo de 2020. El Fondo Monetario Internacional ya advirtió que la economía mundial está en una «desaceleración sincronizada» que también puede afectar a Estados Unidos.

Y es cierto que, pese a los avances económicos, Trump sufrió un revés en las elecciones de mitad de período de 2018, cuando los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes.

Algunos expertos calculan además que, con el desempeño actual de la economía estadounidense, los índices de aprobación de Trump deberían ser bastante mayores si siguieran la tendencia histórica.

Pero el crecimiento económico y el desempleo históricamente bajo quizá hayan evitado hasta ahora una caída del apoyo al presidente, pese a todos los problemas que enfrenta.


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Senador Cory Booker retiró su candidatura a las primarias del Partido Demócrata


Booker es el decimoséptimo candidato en retirarse de la carrera a las primarias, Asegura que se trata de una decisión difícil, aunque necesaria

Por Europa Press

El senador Cory Booker retiró su candidatura a las primarias del Partido Demócrata con ocasión de las presidenciales que se celebrarán en 2020 en Estados Unidos.

«Con todo mi corazón digo esto: suspendo mi campaña para ser presidente. A mi equipo, seguidores y todos los que me dieron una oportunidad, gracias. Estoy muy orgulloso de lo que hemos construido y no siento nada más que fe en lo que podamos lograr juntos», escribió en Twitter.

Booker es el decimoséptimo candidato en retirarse de la carrera a las primarias. Aseguró que se trata de una decisión difícil aunque necesaria.

«Entré en esto para ganar y siempre he dicho que no continuaría si no hubiese un camino hacia la victoria», dijo en una entrevista dada a CNN.

Cory Booker afirmó que no cumple con los requisitos necesarios para seguir adelante.

«Nuestra campaña había llegado a un punto en el que necesitaba más dinero para seguir adelante, un dinero que no tenemos, un dinero que es difícil de recaudar porque no estaré en el próximo debate debido a que el asunto del ‘impeachment’ me retiene en Washington», señaló en referencia al juicio político contra el presidente Donald Trump.

El senador anunció su candidatura en febrero de 2019 con un mensaje centrado en aquellos estadounidenses que sufren un mismo dolor, a quienes pedía unirse para lograr una mayor justicia y un cambio real.

En este sentido, proponía reformar las leyes sobre el control de armas y establecer un sistema nacional de licencias. También hizo énfasis en la importancia de reformar el sistema penitenciario y legalizar el consumo de marihuana.


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sábado, 11 de enero de 2020

Julián Castro da su apoyo a Elizabeth Warren en las primarias demócratas


El que fue el único candidato latino de las primarias es el primero en declarar su preferencia después de abandonar la carrera

Pablo Ximénez de Sandoval / elpais.com

La campaña de las primarias demócratas para las elecciones presidenciales de 2020 vio este lunes el primer movimiento relevante entre la decena de candidatos que han abandonado la carrera. Julián Castro, el único candidato latino, que abandonó el pasado 2 de enero, anunció que otorga su apoyo a la senadora Elizabeth Warren y hará campaña por ella. Castro es el primero de la decena de candidatos que se han retirado de la carrera que apoya a uno de los favoritos. Para la senadora Warren supone un importante apoyo a la hora de llegar al público hispano.

Julián Castro suspendió su campaña después de unos resultados decepcionantes y de no haber podido clasificarse para los dos últimos debates demócratas. A pesar de elevar su perfil en los primeros debates y de tener cierto predicamento entre organizaciones de derechos civiles, la campaña nunca despegó en las encuestas. Castro centró su mensaje en los más débiles de la economía norteamericana y fue el único candidato en hablar de los más pobres.

La senadora Elizabeth Warren es una de las favoritas del ala izquierdista del partido junto con el senador Bernie Sanders. Ambos están en el cuarteto de cabeza de las encuestas a 27 días de los caucus de Iowa junto con el exvicepresidente Joe Biden y el alcalde Pete Buttigieg. Entre los cuatro, el líder en intención de voto entre el público latino es Sanders.

Julián Castro estaba convencido de que podía destacar en las primarias de los estados donde tiene más importancia el voto latino. La hoja de ruta era sobrevivir a Iowa y New Hampshire, donde es inexistente este ángulo político, sacar un buen resultado en Carolina del Sur, donde pesa el voto de los afroamericanos, y quedar destacado en Nevada, donde el voto latino y sindical es absolutamente imprescindible para ganar. De ahí, podía aspirar a sacar un buen resultado en California, Arizona y Texas. Los números de las encuestas y la precariedad económica de su campaña, sin embargo, no le permitieron llegar.

El predicamento que Castro puede atener en el voto hispano se pone ahora al servicio de la campaña de Elizabeth Warren. La senadora no ha construido una campaña en el suroeste tan sólida como la de Sanders. La presencia de Castro en su equipo le puede dar acceso al voto hispano de Nevada, California y Texas.

“Hoy anuncio con orgullo mi apoyo a Elizabeth Warren como presidenta”, escribió Castro en Twitter en la mañana del lunes. “Elizabeth y yo compartimos una visión de América en la que todo el mundo cuenta. Una América donde la gente, no los ricos y los que tienen buenos contactos, son la prioridad. Estoy orgulloso de unirme a ella para lograr un cambio grande y estructural”, dijo Castro, haciendo suyo el lema de campaña de Warren. El tuit iba acompañado de un video de los dos hablando en una cocina.

Hasta 25 personas relativamente conocidas llegaron a presentarse a las primarias demócratas. De esas quedan 14. Solo 10 se clasificaron para el último debate. Aún así, son las primarias más pobladas de este siglo. Cada un de los candidatos que se han retirado se lleva consigo el prestigio y las redes de voluntarios y donantes que hayan conseguido, así como cierto predicamento en los sectores del partido en los que inspiraron confianza. Por tanto, su apoyo es codiciado entre los que quedan en la carrera, igual que el de los cargos electos del partido en Washington o en gobernaturas. Nombres como la senadora Kamala Harris, Beto O’Rourke o el alcalde Bill de Blasio no han insinuado aún su preferencia, probablemente esperando a que se reduzca un poco más el elenco.

Siendo alcalde de San Antonio, Texas, Castro elevó su perfil en el partido considerablemente durante la convención demócrata de 2012, cuando dio un discurso que a muchos les recordó al discurso con el que Barack Obama sedujo al partido en 2006. Ya en la anterior carrera presidencial su nombre estaba en las quinielas para ser el candidato a vicepresidente de Hillary Clinton. En el anuncio de Castro y Warren ni siquiera se insinúa que Castro pudiera ser el elegido como compañero de candidatura en caso de que ella llegara a ser la nominada por el partido.


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jueves, 9 de enero de 2020

Quienes pidieron la ciudadanía pueden votar en noviembre?


La participación del votante latino sigue creciendo en Estados Unidos. Si bien el interés se mantiene bajo (menos del 50% de los electores aptos para sufragar), las organizaciones confían en los nuevos ciudadanos. Pero no todos los que quieren naturalizarse recibirán la autorización a tiempo para participar en noviembre.

Jorge Cancino / Univision.com

Datos recientes publicados por el American Community Survey (ACS), con base en datos de la Oficina del Censo, muestran que hay seis estados con más de 1 millón de votantes hispanos cada uno: Arizona, California, Florida, Illinois, Nueva York y Texas. Y en ellos, tal como ocurrió en las elecciones de mitad de periodo en 2018, se llevarán a cabo las contiendas más cerradas que además decidirán el balance de poder en la Cámara de Representantes, el Senado y la presidencia de Estados Unidos.

Según datos del Pew Center, en 2018 los estados con mayor número de votantes hispanos fueron California (7,6 millones), Texas (5,4 millones), Florida (2,9 millones), Nueva York (2 millones) y Arizona (1,1 millones).

Y los estados que tienen un mayor porcentaje de votantes hispanos en proporción con el total de la población votante son Nuevo México (42%), California (30%) y Texas (29%).

En abril, un análisis del voto hispano en las elecciones de mitad de periodo del 2018, presentado por Univision, mostró que los latinos salieron en números históricos a hacerse escuchar. Y reveló que los hispanos pueden ser uno de los factores más importantes en el destino de EEUU si salen a votar en 2020 con la fuerza que ya demostraron en las últimas elecciones de medio término, donde se eligió un nuevo Congreso.

Quienes llegan en California

Para los californianos cuyo proceso es atendido por la oficina de UASCIS ubicada en Fresno, hay grandes probabilidades que se conviertan en ciudadanos antes de los comicios. La herramienta detalla que el proceso del Formulario N-400 demora entre 5 y 8 meses.

Pero para quienes el trámite está siendo procesado (o será gestionado) en las otras 11 oficinas de USCIS en ese estado, las probabilidades disminuyen. O simplemente no será posible porque la gestión tarda más tiempo, como el caso de Los Ángeles (entre 11.5 y 15,5 meses), el Valle de San Fernando (entre 13,5 y 16 meses) o San Francisco (entre 12.5 y 16.5 meses).

Los trámites que están siendo gestionados en las oficinas de San Diego, San José y San Bernardino hay buenas posibilidades de que concluyan a tiempo, pero todo dependerá de la cantidad de solicitudes que reciba la agencia y el personal asignado a procesar las solicitudes.

Texas con menos trabas

A diferencia de California, donde solo una oficina garantiza que el trámite de la ciudadanía será resuelto antes de la elección de noviembre, en el estado de Texas tres de las cinco oficinas de USCIS en ese estado estarían respondiendo a tiempo.

Los trámites gestionados por las oficinas en El Paso (entre 4,5 y 8 meses), Harlingen (entre 4 y 6 meses) y San Antonio (entre 7 y 10 meses), tienen más chances que las demoras en Dallas (entre 10 y 15.5 meses) y Houston (10 y 17 meses).

Y en general, el estado sureño tiene mayores probabilidades que California en responder a las peticiones de ciudadanía hechas por medio del Formulario N.400.

Miami no alcanza

En el estado de Florida, los trámites de ciudadanía que están siendo procesados en Miami no alcanzarán a estar listos para antes de la elección. La herramienta de USCIS que mide los tiempos de procesamiento indica que la gestión tarda entre 12 y 23 meses.

Pero en otras oficinas, como el caso de Hialeah (ciudad con alta presencia de migrantes de origen cubano), el tiempo de procesamiento varía entre 4.5 y los 9 meses, mientras que en la oficina de Kendall (suroeste) tarda entre 4.5 y 11 meses.

Factor clave

Según el estudio, hubo "enormes aumentos en el registro de votantes hispanos en 2018 especialmente entre los votantes más jóvenes". Y la participación de hispanos fue un factor clave, especialmente en los estados de California, Texas, Florida, Illinois, Nevada, Nueva York y Nueva Jersey.

Tres de ellos están en la lista de los estados con mayor participación de votantes hispanos.

Con estos datos, surgen un par de preguntas: ¿se repetirá la tendencia en las elecciones del 2020? ¿Podrán votar todos aquellos residentes legales permanentes que iniciaron el trámite para convertirse en ciudadanos, o pretenden enviar el Formulario N-400 (con el que se pide la ciudadanía) los primeros días de enero?

La respuesta se encuentra en la herramienta de ‘tiempo de procesamiento’ de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS). Ahí se detalla, oficina por oficina, cuánto tiempo demora un trámite y si habrá buenas noticias antes de los comicios, previstos para el martes 3 de noviembre de 2020.

No se rinden

A pesar de las demoras señaladas por la herramienta de la USCIS, activistas y las organizaciones que promueven la participación del voto hispano no se rinden.

“Tenemos que seguir haciéndonos ciudadanos, no importa cuánto se tarde”, dice Ben Monterroso, asesor principal de LATINEX, un grupo que promueve el voto latino a nivel nacional.

“Tenemos que asegurarnos que nuestros hijos ciudadanos estadounidenses, nuestros familiares y nuestros vecinos estadounidenses estén registrados para votar, y que voten en noviembre. De eso dependerá el éxito en los siguientes comicios”, agregó.

Monterroso dijo además que, de los aproximadamente 32 millones de latinos aptos para votar, en la última elección participaron poco más de 12 millones, “y es difícil estimar cuántos lo harán en el 2020, pero confiamos en que lo harán más de 15 millones”.

Dijo además que “estimamos que entre 5 y 6 millones de residentes legales permanentes reúnen los requisitos para convertirse en ciudadanos, y de ellos 2 millones residen en California”.

“Tenemos mucho trabajo por delante y muchas esperanzas de que, esta vez, inclinaremos la balanza”, apuntó.


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Encuesta Fox News: Biden lidera y Steyer sorprende como segundo en Carolina del Sur


El ex vicepresidente Joe Biden tiene una ventaja de dos dígitos sobre sus oponentes primarios presidenciales en Carolina del Sur, con Tom Steyer superando a los candidatos de primer nivel para el segundo lugar en el estado de votación anticipada, según una nueva encuesta.

Rebecca Klar - Thehill.com/

Biden tiene un 36 por ciento de apoyo en Carolina del Sur, una ventaja de 21 puntos sobre Steyer, según una encuesta de Fox News publicada el jueves.

Aunque Biden mantiene una sólida ventaja de primer lugar, su apoyo bajó 5 puntos de una encuesta de Fox News de octubre en el estado.

Steyer saltó al segunda lugar, con el 15 por ciento, según la encuesta. Es un aumento de 11 puntos para el filántropo multimillonario desde octubre, y podría solidificar su lugar en el debate de la próxima semana. Una encuesta separada de Fox News publicada el mismo día que muestra a Steyer con un apoyo del 12 por ciento en Nevada.

El senador Bernie Sanders ocupa el tercer lugar en Carolina del Sur, con un 14 por ciento, seguido de cerca por la senadora Elizabeth Warren con un 10 por ciento. El apoyo de Sanders aumentó en 4 puntos desde octubre, mientras que el apoyo de Warren disminuyó en 2 puntos.

El ex alcalde de South Bend, Pete Buttigieg es un quinto distante con un 4 por ciento de apoyo, según la encuesta.

El senador Cory Booker, el empresario Andrew Yang y el ex alcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg tienen cada uno 2 por ciento, según la encuesta. Todos los demás candidatos tienen uno por ciento de apoyo o menos.

Los demócratas de Carolina del Sur votarán el 29 de febrero. Es el primer estado de votación anticipada con una importante población de votantes afroamericanos.

Biden es el principal candidato entre los votantes negros en el estado, con un 43 por ciento de apoyo, según la encuesta. Steyer lo sigue con un 16 por ciento de apoyo, Sanders con un 12 por ciento y Warren con un 6 por ciento.

Buttigieg, que ha luchado durante las primarias para obtener el apoyo de los votantes afroamericanos, cuenta con el 2% de los votantes negros en Carolina del Sur, según la encuesta.

Booker también tiene un apoyo del 2 por ciento entre los votantes negros en el estado, según la encuesta.

La encuesta se realizó entre el 5 y el 8 de enero. Se encuestó a 808 votantes primarios demócratas de Carolina del Sur. Hay un margen de error de 3.5 puntos porcentuales.


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